bailaora del cuadro flamenco de profesionales de Puro Arte
«Sobre un escenario, expreso libremente todo lo que siento en cada momento»
La artista internacional asegura que en Jerez, antes de aprender a andar o a hablar, «te enseñan compás por bulerías»
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«En Puro Arte se trabaja muy a gusto, hay una profesionalidad increíble»
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«Siempre he tenido claro que el flamenco es mi vida»
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«Lo difícil en el flamenco es tener personalidad propia»
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«Es increíble cómo aman y respetan el flamenco en Japón»
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«Cada vez que bailo en Jerez, noto el calorcito del público»
Entrevista de Alejandro Posilio
Esta jerezana de pro de 31 años, lleva el flamenco en la sangre, y por eso se dedica a extender este arte por todo el mundo. A los seis años ya se apuntó a su primera academia de baile, y a los trece ya ejercía esta profesión, que es su vida. A pesar de ello, se preparó para tener más posibilidades laborales y aprobó el grado superior de Formación Profesional de Estética, aunque reconoce que de no ser bailaora, le hubiera gustado ejercer de profesora de educación infantil. Soltera y sin hijos, disfruta degustando platos de arroz con gambas y de todo lo que tenga que ver con el cante hondo. Ella ha colaborado intensamente en elevar el prestigio mundial de esta profesión al llevar su arte por tablaos de países tan exóticos como Japón y China, entre otros. Y todavía suspira por poder demostrar sus habilidades en escenarios de Nueva York.
¿Cuándo comenzaste a bailar y por qué?
El flamenco me ha llamado la atención desde siempre en las fiestas familiars. Si había un cante o un baile, ahí estaba yo embobada, y siempre echaba mi bailecito, hasta que a la edad de seis años comencé en una academia de baile.
¿Cuándo te hiciste profesional del baile flamenco?
A los 13 años empecé a trabajar a diario en esto, y muy poquito a poco…, de un sitio para otro… Pero siempre he tenido claro que el flamenco es mi vida.
¿Si no hubieses sido bailaora, que te hubiera gustado ser?
La verdad es que no concibo mi vida sin el baile y sin la música, pero me hubiera encantado ser también profesora de educación infantil.
El hecho de que hayas nacido en Jerez, ¿ha sido determinante para que te dediques a esta profesión?
Pienso que sí es determinante, ya que antes de aprender a andar o a hablar, te enseñan compás por bulerías. Desde pequeña, el flamenco se vive en casa, es una forma de vida. Pero a parte de todo eso, para dedicarte a esta profesión, te tiene que gustar mucho.
¿Para ti qué es el baile, simplemente una profesión o algo más que eso?
Por supuesto que es más que una profesión. Yo necesito escuchar flamenco desde que me levanto hasta que me acuesto, y ponerme los zapatos todos los días que no bailo es como si me faltara algo. Como he dicho anteriormente, el flamenco es una forma de vida.
¿Qué sientes cuando estás encima de un tablao dándolo todo?
Son muchas sensaciones y todas buenas. Disfruto desde el primer minuto que me subo al escenario. Expreso libremente todo lo que siento en cada momento. Es algo que es muy difícil de explicar con palabras.
¿Qué estilo de baile flamenco prefieres bailar?
Hay varios estilos con los que me siento muy identificada, pero la seguiriya es un baile que me gusta mucho bailarlo. Es un baile muy profundo. También me gusta la bulería, que es de mi tierra.
Si bailas dos días seguidos el mismo estilo en el mismo tablao, ¿son dos actuaciones iguales o existen diferencias entre ellas?
Existen muchas diferencias, ya que dependiendo del día, sientes de manera distinta, y eso se nota mucho a la hora de bailar. El cantaor o el guitarrista te hacen cosas distintas y eso es lo bonito del flamenco, la improvisación. En los tablaos, eso se vive a diario.
¿A quién te gustaría parecerte en el mundo del flamenco?
Admiro a mucha gente del flamenco y me gusta aprender de todo el mundo, pero no me gustaría parecerme a nadie. Creo que lo difícil en el flamenco es tener personalidad propia.
¿Quiénes son tus principales referentes en esta profesión?
Carmen Amaya, Manuela Carrasco, Farruco….
¿Sigues aprendiendo o ya sabes todo lo que tienes que saber sobre tu profesión?
Sigo aprendiendo, por supuesto, y nunca voy a dejar de aprender. Pienso que esta profesión es muy extensa como para llegar a saberlo todo.
Has bailado en países como China, Japón, Alemania, etc. ¿Bailas igual en todos los países o influye en algo el país dónde bailes?
Cuando me subo al scenario, no pienso en qué país estoy. Intento darlo todo de corazón siempre y que el público que se encuentre en ese momento disfrute al máximo.
¿En qué país de los que has bailado has disfrutado más?
Japón es un país que, cada vez que voy, me deja más alucinada. Es increíble cómo aman y respetan el flamenco.
¿Hay algún país donde no hayas bailado y te gustaría hacerlo?
Me gustaría mucho ir a New York.
¿Prefieres bailar para extranjeros o para españoles?
Me gusta bailar para cualquier persona que ame de verdad el flamenco, sea de donde sea.
¿En qué país has visto que el público haya disfrutado más con tu actuación?
En Japón, como he dicho anteriormente. Allí valoran mucho todo lo que tenga que ver con el flamenco y disfrutan al máximo. Y en mi tierra, Jerez, pues cada vez que bailo aquí, noto el calorcito del público.
Dime una o dos actuaciones tuyas que no olvidarás nunca.
Hay muchas, pero recuerdo especialmente una en la que yo era muy pequeña, tendría 7 o 8 añitos, y trabajé con Adela, la Chaqueta, Remedios Amaya y otros muchos artistas que eran mis ídolos. Verme con ellos en el escenario me marcó mucho. Otra actuación para el recuerdo fue en el Festival de Jerez, presentando mi espectáculo en solitario. Fueron momentos de muchos nervios, pero también de muchas sensaciones muy bonitas, como ver al público de tu tierra tocar las palmas por bulerías cuando terminé de actuar.
¿Un neófito en el flamenco disfruta menos o más que uno que entiende el baile?
Mucho menos, ya que el que entiende de flamenco escucha un cante y sabe lo que el artistas está haciendo. Mientras que a un neófito, pienso que le gusta mas el ruido que el flamenco.
«En Puro Arte me siento como en casa, somos como una familia»
Saray García es ya una clásica del cuadro flamenco de Puro Arte, pues comenzó sus actuaciones al poco de inaugurarse el tablao. Resalta que el ambiente de trabajo es como si fuera el de una familia y que las peculiares características técnicas del escenario le exigen más esfuerzo, pero que a la vez le motivan muchísimo.
¿Desde cuándo bailas en Puro Arte?
Prácticamente desde que abrió. He estado yendo en fechas puntuales, siempre cuentan conmigo y les estoy muy agradecida.
¿Por qué formas parte del cuadro flamenco de Puro Arte?
Porque desde el primer momento que comencé a ir, me di cuenta de que es un tablao donde se trabaja muy a gusto. Hay una profesionalidad increíble. Y lo mas importante es que hay muy buenas personas, tanto arriba como abajo del escenario.
¿Existe alguna diferencia en bailar en Puro Arte o hacerlo en cualquier otro tablao del mundo?
Siempre hay diferencias entre trabajar en un tablao o en otro. Para mí, ir a Puro Arte es algo mas que ir a un tablao. En él me siento como en casa y las personas que trabajamos allí somos como una familia. Y eso se percibe a la hora de trabajar.
El tablao de Puro Arte, con micrófonos debajo y encima, ¿te exige más que otros tablaos más clásicos?
Te exige mucho a la hora de meter los pies ahí, porque cualquier fallo se nota al máximo. Pero por otra parte, para un bailaor un buen escenario es lo mas importante, y tener ese sonido motiva muchísimo.
¿Qué diferencias ves entre bailar en Puro Arte o hacerlo en China o Japón?
La diferencia es que estás en Jerez, que es una tierra que pesa mucho y en la que todos nos conocemos ya demasiado bien. Con tan solo una mirada, nos entendemos y sabemos lo que quiere cada uno. Hay naturalidad encima del escenario y eso el público lo percibe.
¿El público en Jerez es más purista y te exige más que otros públicos?
La verdad es que sí. Pesa mucho bailar en esta tierra, pero pienso que hoy en dia, cualquier público, sea de donde sea, es exigente. Hoy en cualquier parte del mundo te encuentras con un público que sabe mucho de flamenco.
¿Dónde te ves bailando dentro de diez años?
Me gustaría seguir disfrutando de mi baile como hasta ahora, sea donde sea.
¿Hasta cuándo en los tablaos?
Hasta siempre. Para un bailaor, en un tablao es primordial el contacto con el público, es algo mas directo, y eso me gusta. Además de que te mantiene en forma, te acostumbras a bailar todos los palos del flamenco sin ensayos, todo improvisado, y para mi eso es lo bonito, lo que me saca un olé, porque para mí, esa es la verdad del flamenco. Así que, no creo que llegue el día que deje de ir a los tablaos.
